1) EL CUERPO FÍSICO, LA MATERIA: (tierra)
Nuestro cuerpo físico habla. Desde que nacemos hasta que morimos, nuestro cuerpo está en constante transformación, una explosión bio-química que hace que el cuerpo esté más o menos saludable. La medicina actual alopática no enseña ni educa para estar con un cuerpo físico saludable, te enseñan la enfermedad y como tratarla a base de química sintética. En todas las Universidades (única versión) de Medicina esto es un hecho concluyente.
Se sabe que, el cuerpo físico, las células enferman en ambientes ácidos, ahí, es donde proliferan las células cancerígenas y, se vuelve saludable en ambientes alcalinos. Esto es un dato relevante si queremos darle poder a la salud o la enfermedad. Depende exclusivamente de ti, de cómo tratas a tu cuerpo, como te hablas y cuáles son tus conductas diarias para llevar a tu cuerpo a lo alcalino o lo ácido.
LO ALCALINO: Aire libre, contacto con la naturaleza, sol, ejercicio, cantar, bailar, reír, hablar de lo que sientes importante para ti, besar, abrazar, amar, ser empático y compasivo, contacto físico, comidas saludables de temporada, abundante agua que todo lo aclara, higiene personal y el espacio donde te encuentras.
LO ÁCIDO: Alcohol, fumar, comidas procesadas y/o refinadas, bebidas carbonatadas, azucaradas y edulcoradas, aislamiento, reprimir lo que piensas y sientes, maldecir, juzgar, cualquier tipo de medicación alopática, acciones querulantes, conflicto, lucha y guerra.
2) EL CUERPO MENTAL, EL ASIENTO DEL EGO: (aire)
La razón, la lógica, la intelectualidad de las cosas son aspectos mentales, es el temblor y vacilación continúa del poder de la mente. La mente adulta es como una gran computadora que lo quiere tener todo bajo su control, bien esquematizado y estructurado… Un control inexistente en su propio profundo. Desde los 6/7 años empezamos a formar el ego que regirá tu vida inconsciente; la familia, educación, política, religión, amistades y tantos otros, van condicionando tu mente egóica. La mayor adición del ser humano es la identificación (la identidad del YO SOY), aquí es donde se crean los personajes (roles), las barreras y corazas para permanecer en un estado de separación, decir yo soy, es como una sentencia y condena que te aleja de toda la grandeza de tu existencia. Como dijo el filósofo Søren Kierkegaard, “Si me nombras me niegas”. Al darme un nombre, una etiqueta, niegas las otras posibilidades que podría ser…
¿Cómo de identificado estás de tu mente? ¿Cuánto poder, certeza y veracidad le das a lo que piensas?
Hasta que no hagas consciente el inconsciente, este dirigirá tu vida y tú lo llamarás destino. (Carl Jung).
Si observamos los mecanismos de la mente y nos des-identificamos, podemos trascender y acceder a otros aspectos más sutiles de la totalidad de nuestra naturaleza.
3) EL CUERPO EMOCIONAL, EL SENTIR: (agua)
¿Qué sería de la experiencia humana sin sentimientos, sin poder sentir, sentirte, sin poder sentir todo lo demás?
Casi el 80% de nuestro cuerpo es agua y, nuestras emociones, están bañadas en ella. Un fluir continuo de sensaciones y percepciones que nos cambian el ánimo en un abrir y cerrar de ojos.
¿Cuánto somos conscientes de nuestras emociones? ¿Les damos el espacio y el tiempo que necesitan? ¿Las ignoramos o reprimimos?
- Tristeza: ¿le damos el silencio y espacio que necesita, o nos sumergimos tanto en ella que entramos en un victimismo sin fin? ¿Qué hay detrás de la tristeza, dolor, rabia?
- Enfado/Ira: Si te acercas a una loba
con sus cachorros, ella te mostrará de inmediato sus más afilados colmillos, diciéndote: cuidado, si te acercas más te atacaré. Es su sistema de defensa y nos lleva a la acción inmediata. Es una energía poderosa, pero entrar en su estado iracundo nos lleva a la destrucción. Es importante reconocerla y canalizarla.
- Miedo: Todos tenemos miedos. Existen 3 miedos básicos y de ahí todos los demás: la muerte, la enfermedad y la locura. El miedo es un mecanismo de escape y huida por un supuesto peligro existencial, el exceso de miedo te lleva al pánico y este te paraliza. El miedo es como el niño herido que necesita ser visto, aceptado y reconocido, dándole espacio y amor, el miedo desaparecerá.
- Alegría: Celébrate, disfrútate, sumérgete, ríete, cántate, báilate y hazte brillar todos los días como si fuera el último. Es tu luz la que desvanece la sombra.
- Asco: Desagrado, repugnancia, aborrecimiento, grima, aversión, asqueroso. Importante establecer qué hace que algo nos resulte o nos haga sentir así, poner límites y decir NO.
- Sorpresa: La alteración emocional por algo inesperado, imprevisto o novedoso es casi como la energía del agradecimiento, como la inocencia del niño de encontrar algo nuevo que inunda sus sentidos.
Existen otras tantas como: culpa, vergüenza, orgullo, satisfacción, entusiasmo, desprecio, placer, etc. Todas ellas necesitan ser gestionadas, aceptadas y reconocidas, otorgándoles el espacio en tiempo y forma para después dejarlas ir, y así, no entrar en un “secuestro emocional”— El corazón tiene razones que la razón y lógica ignoran-
4) EL CUERPO ESPIRITUAL, EL SER, LA ENERGÍA: (fuego)
La energía ni se crea ni se destruye, y si quieres entender el universo tienes que pensar en términos de energía, frecuencia y vibración. Ponerle palabras al cuerpo espiritual es todo un reto para la mente intelectual bien condicionada. Aclarar qué, la espiritualidad, tal y como yo la concibo, no tiene nada que ver con la religión, dogmas, doctrinas o similares.
La espiritualidad no adora a un dios externo ni templos construidos por el humano. La espiritualidad simpatiza con el todo en su conjunto, desde su microcosmos interno hasta el vástago universo, desde mares y ríos hasta montañas y desiertos. Se encuentra en el abrazo, en la mirada, en los animales, las plantas, las relaciones vinculares, tu sofá, el plato de comida diaria, el silencio, la quietud y el más absoluto respeto con todos los seres sintientes.
Tu espíritu no necesita cuerpo, mente o emoción, es completo tal y como es. Posee características y bondades como: Omnipresencia, Omnisciencia, Omnipotencia, cualidades atribuidas a deidades externas, cuando en realidad es tu cualidad, la cualidad de tu SER y la conexión con la –supraconciencia-
No somos humanos tratando de encontrar la espiritualidad, somos espíritus viviendo la experiencia humana. Es una espiral sin principio ni final, una impermanencia de la materia para la eternidad de la onda.
La coherencia de los cuatro cuerpos es el equilibrio entre los mismos, parecido a la coherencia entre lo que piensas, sientes, dices y haces.
Puedes tener un cuerpo físico cultivado y no saber leer ni escribir, puedes tener un gran intelecto académico y una deficiente gestión emocional, puedes creer ser muy espiritual y no abordar el resto de cuerpos que abarcan la totalidad de tu naturaleza. Lo he visto muchas veces, en mí y en miles de participantes que han venido a realizar sus terapias y trabajos de consciencia. La coherencia implica tu atención y presencia, una mirada de estos aspectos de ti mismo.
La coherencia de los cuatro cuerpos es la comprensión holística sobre lo propio profundo.
Ulán.
Ulán Romero; Fundador y Director de Retiros de Ayahuasca y Centro Holístico Gaia.